Por Macarena Vacas y María Cristina Priore
Hace mucho tiempo, en una montaña hechizada, vivía un malvado brujo llamado Galaxix. En ese pueblo, también vivía un joven llamado Máx que tenía un sombrero con poderes mágicos. Un día, Galaxix invitó a Máx a cenar. Él fue con mucho gusto. Cuando terminaron, Galaxix le dio a Máx una pera envenenada. Máx la probó y de repente de desmayó. Galaxix cambió el sombrero de Máx por uno falso. Cuando despertó, estaba en su casa y no recordaba nada. Luego, fue a la calle a pasear y se encontró a una señora que tenía que ir al trabajo muy rápido y no le alcanzaba el tiempo. Máx trató de ayudarla, pero se dio cuenta de que su sombrero no tenía más poderes. Entonces, fue corriendo a la casa del brujo y le golpeó muy fuerte la puerta. El brujo le abrió y se pusieron a pelear. Máx logró conseguir el sombrero y le dio a Galaxix el otro pedazo de la pera que quedaba y este se desmayó. Y todos vivieron felices para siempre, sobretodo Máx, ayudando a la gente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario