miércoles, abril 21, 2010

ORACIÓN DE LA MAÑANA

Por María Suárez Lago
Dar la oración de la mañana nos pareció una experiencia muy rica para nuestra vida. Para la mayoría puede verse como un simple pasar al frente decir unas palabritas, pero es mucho más que eso. Comunicar lo que Jesús quiere de nosotros para que pongamos en práctica ese día, acarrea una gran responsabilidad y compromiso. Transmitirlo de una manera adecuada, entendible para todos, que no queden dudas de que es lo que nos está pidiendo no es nada fácil. Además nos hizo prestar atención a una lectura, que capaz la habíamos escuchado mil veces, pero nunca habíamos reflexionado sobre ella. Al principio para ser sinceras debemos admitir que a Mercedes y a mí no nos causaba mucha gracia el pasar al frente explicarle a chicos de nuestra edad la oración pretendiendo que ellos nos prestaran atención, participaran, cuando ni nosotras mismas lo hacíamos generalmente. Solo Camila era la única entusiasta con este proyecto, y al final nos dimos cuenta que tenía mucha razón.
La primera mañana nos tocó dársela a nuestras compañeras y a 2do polimodal, por lo que estábamos bastante tranquilas, y nos ayudó a tener más confianza para las siguientes veces. El siguiente día, no nos tocaba con nuestras compañeras, estábamos nerviosísimas, imaginando que si me olvidaba esto, aquello, imaginando si los chicos participarían o no. Por suerte los alumnos de 7mo y 8vo, al entrar en confianza, hicieron que nos olvidáramos de todas nuestras anteriores preocupaciones y pudiéramos comenzar a DISFRUTAR de esta linda posibilidad.
El último día, fue algo muy raro, porque nos acordábamos que cuando nos dijeron del proyecto no queríamos saber nada, y ese día cuando nos despedimos de los chicos, una especie de nostalgia nos invadió. A mí me pasó por ejemplo que me había acostumbrado a decirle a los chicos que por favor dejaran la fotocopia de las oraciones en el banco, y cuando Mercedes y Camila me dijeron que no importaba si se la llevaban, que ya no las íbamos a necesitar nunca más, fue una sensación muy sobrecogedora. Uno se acostumbra muy fácil a las cosas agradables de la vida, y ciertamente ESTA lo fue. Esperamos que nuestro objetivo de haber transmitido la lectura, de una manera más llevadera, alegre, se haya cumplido. ¡Valió totalmente la pena!

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