Nos tocó en la celebración de la semana del 19 al 23 de abril, reflexionar sobre la parábola del Buen Pastor.
Fue una experiencia muy grata, y más aún después de haber tenido ese fin de semana el retiro. Poder acercarnos a los chicos del colegio de una manera más profunda y significativa. Mientras preparamos las celebraciones pensábamos que Jesús nos acompaña siempre, y que nos necesita para llevar su palabra a los lugares más cercanos y que a veces son a los que menos tenemos en mente. Además, uno de los temas que tratamos fue que “nadie nos arrebata de los brazos del Señor”, porque Él nos cuida y nos sostiene en cada momento de nuestra vida y nosotras tuvimos la oportunidad de reconocer que si bien el retiro terminó, Él puso en nuestro camino una experiencia de compromiso, y así, lo que fue significativo e interiorizamos en el retiro ahora lo podemos volcar a las personas más cercanas. Esperamos ansiosas la próxima celebración, va a ser un desafío distinto, pero seguramente aprenderemos tanto como en el de la semana.
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