Fuente: Diario Los Andes (13 de Diciembre de 2011)
http://www.losandes.com.ar/notas/2011/12/13/jugaron-enologos-elaboraron-vino-612451.asp
Niños de entre cinco y once años de tres colegios privados participaron del programa educativo “Aprendiendo a hacer vino en la escuela”. La experiencia empezó entre las viñas, con la cosecha, y terminó con el diseño de la etiqueta.
Los chicos del tercer grado del colegio Norbridge, del quinto y sexto grados del Padre Claret y los pequeños de la sala de 5 de la Escuela Italiana se convirtieron en cosechadores, enólogos y hasta diseñadores de las etiquetas de sus propios vinos.
El nutrido grupo participó durante este año del programa educativo “Aprendiendo a hacer vino en la escuela”. La idea fue propuesta por la técnica agraria y enóloga Cecilia Cabrera, quien se encargó de enseñar a los chicos todo el proceso de producción de la industria característica de los mendocinos.
“Es un proyecto didáctico que presenté en febrero en diferentes escuelas y gustó mucho. Los estudiantes vienen una vez a la bodega Dolium (en Agrelo), les mostramos todo el proceso y cosechan sus propias uvas. Después yo voy al aula cada 15 días y hacemos una representación a baja escala de lo mismo de la elaboración que se hace acá en la bodega”, explicó Cabrera.
Durante 2011 alrededor de 200 alumnos de diferentes niveles participaron de esta experiencia. Y para el año que viene ya hay unos 900 niños preinscriptos.
“Nos gustó mucho hacer el vino”, contaron Julián y Facundo de 8 y 9 años, mientras esperaban ansiosos el acto de entrega de la botella con el producto que ellos mismos se encargaron de elaborar y etiquetar.
“Cortamos las uvas, la llevamos a unos tachos, les sacamos el palito y las pisamos. Después una señora fue a la escuela y nos mostró todos los pasos”, relataron ambos pequeños, quienes cursan tercer grado en el colegio Norbridge.
Por su parte, la profesional contó que trabajó con tercer grado del Norbridge, quinto y sexto del Padre Claret y el jardín de 5 de la Italiana. “A todos se les enseña lo mismo, pero mientras más grandes son los niños más se van profundizando los conocimientos”, agregó.
Etiquetas únicas
Una parte importante de este programa, avalado por la Dirección General de Escuelas, es que los mismos estudiantes se encargan del diseño de las etiquetas que llevarán las botellas. En el Norbridge, se aprovechó la clase de Plástica para que los pequeños dejaran volar su imaginación e hicieran sus propios dibujos.
“En principio les pedí que hiciesen varios bocetos para elegir el que más les gustaba, pero ellos en sus cabecitas ya tenían algo pensado”, narró Laura Mosso, docente de Plástica del colegio.
“A los chicos les fascinó hacerlo porque cada uno puede ver su propia creación llevada a la realidad. Los vi muy ilusionados”, confió la profesora.
Acto de entrega
El broche de oro de este proyecto educativo fue la entrega de las botellas que, en el caso del Norbridge, se realizó ayer en la bodega Dolium. Sentados en filas, más de 50 pequeños de entre 8 y 9 años pasaron a recibir el vino.
“Hoy (por ayer) es la culminación del programa con la entrega del producto final. Lo hermoso es que cada chico va a tener el honor de agasajar a su familia con una botella con la etiqueta diseñada por ellos”, manifestó Cecilia Fernández directora del establecimiento. Y siguió: “Es fundamental que conozcan la principal industria de la provincia, que revaloricen la agricultura y que aprendan el trabajo de quien cosecha la vid”.