Por el Prof. Diego Aparicio y Seños del Primer Ciclo
Nos dice Jesús: “Vayan y hagan que todos los pueblos sean
mis discípulos, bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo.”
Así comienza el trabajo de los misioneros en el mundo.
Nosotros que somos Claretianos tenemos esta tarea. Por eso siguiendo las
palabras de María Antonia París… “Unimos la acción con la contemplación”
continuamos llevando desde hace 80 años la Palabra de Dios en la tierra
mendocina. Pero en esta ocasión son los
alumnos del Primer Ciclo quienes nos invitan de un modo especial a pasear por
el mundo y a dejarnos evangelizar por ellos.
Los niños a través de su alegría, movimiento y destreza
adquirida durante el año nos llevarán continente por continente y tocarán
nuestro corazón para abrirlo al Señor.
La antorcha olímpica se hace presente y comienza esta
hermosa muestra gimnástica.
Ochenta años hace desde aquel día en que nuestro colegio
abrió sus puertas, muchas personas han pasado y han ofrecido su mano y nos han
dejado una huella en el corazón de los niños. Esa marca única, es ser misionero
claretiano.
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