Hoy celebramos el día del trabajador. El acto estuvo a cargo de los alumnos de 1er
y 2do grados guiados de sus seños Emilia y Bárbara. En torno al texto "Asamblea en la carpintería" los alumnos representaron de manera entusiasta la importancia de los distintos elementos de trabajo y cuán valioso es trabajar en equipo.
A continuación compartimos texto y fotos.
Cuentan que en la carpintería hubo una vez una
extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus
diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó
que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! Y, además, se
pasaba el tiempo golpeando.
El martillo aceptó su culpa, pero pidió que
también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas
para que sirviera de algo.
Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero
a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato
y siempre tenía fricciones con los demás.
Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que
fuera expulsado el metro, que siempre se excedía midiendo a los demás según su
medida, como si fuera el único perfecto.
En eso entró el carpintero, se puso el delantal e
inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo.
Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un precioso mueble.
Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la
asamblea reanudó la deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el
serrucho, y dijo: "Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos,
pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace
valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en
la utilidad de nuestros puntos buenos".
La asamblea encontró entonces que el martillo era
fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y
limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto.
Se sintieron entonces un equipo capaz de producir
muebles de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar
juntos.
Ocurre lo mismo con los seres humanos. Observen y
lo comprobarán. Cuando en un grupo se buscan a menudo defectos en los demás, la
situación se vuelve tensa y negativa. En cambio, al tratar con sinceridad de
percibir los puntos fuertes de los demás, es cuando florecen los mejores logros
humanos.
Es fácil encontrar defectos, cualquiera puede
hacerlo, pero encontrar cualidades, eso es para espíritus superiores que son
capaces de inspirar todos los éxitos humanos.
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